Portada » Anfibios » Información anfibios » Orden Caudata, características de los caudados (salamandras y tritones)

Orden Caudata, características de los caudados (salamandras y tritones)

Orden Caudata, caudados u urodelos (salamandras y tritones)

En los anfibios, la gran diversidad de especies se han logrado reunir en varios órdenes dependiendo de las características tanto morfológicas como moleculares que puedan compartir. En los próximos párrafos se describen los caracteres que distinguen al orden Caudata, caudados, y cuáles de ellos comparten durante su desarrollo.

El orden caudata que también es conocido como Urodelo, tienen presencia las salamandras y tritones, considerándose el segundo dentro de los anfibios que posee la mayor variedad y cantidad de especies con un total de 580 según el catálogo de la vida 2020, siendo estas especies reunidas en 9 familias dentro de este orden.

Características que comparten los anfibios del orden Caudata

Las especies de anfibios que se conocen y pertenecen al grupo Caudata presentan una característica distintiva a la cual le debe su nombre, y es que estos especímenes tienen cola, por lo que su nombre proviene del latín caudatus que significa con cola.

Los organismos del orden Caudata desde hace millones de años ha mantenido la estructura de su cuerpo en el cual es fácilmente distinguible la cabeza, el tronco y la cola, así mismo, los caudatas presentan patas del mismo tamaño, las cuales pueden variar en uno o dos pares en base a la especie, estando ausentes las patas posteriores en algunos de ellos.

Los anfibios del orden caudata tienen un parecido a las lagartijas diferenciándose porque en su piel no presentan escamas. Son seres vivos que en caso de perder algún miembro de su cuerpo poseen la cualidad de poder regenerarlos. Estos animales tienen un peculiar modo de desplazamiento, sobre todo cuando se movilizan por tierra, en la cual mueven una de las patas delanteras hacia un lado y curvan su cuerpo para el otro, por lo que dan movimientos ondulatorios, estos le sirven de mejor manera cuando están en el agua en donde utilizan la cola como propulsor. La alimentación se caracteriza por ser carnívora.

Diversidad en el orden caudata

Tal como se nombró al principio del texto, el orden caudata es el segundo taxón de los anfibios en abundancia, es decir, en relación al número de especímenes, rasgo que genera una gran diversidad en cuanto a caracteres morfológicos y comportamentales.

En este orden podemos encontrar anfibios que tienen medidas que van desde pocos centímetros como es el caso de las salamandras del género Thorius, que poseen longitudes inferiores a los 2 cm, hasta grandes especímenes como la salamandra gigante del Japón la cual hace gala de su metro y medio. Las coloraciones de las especies del orden caudata son variadas, presentando bellos colores que en general utilizan para ahuyentar a posibles depredadores demostrando que pueden ser venenosas, aunque su veneno sea poco efectivo.

En el orden caudados podemos encontrar especies que solo viven en al agua, mientras que otros ocupan la tierra, pero siempre mantienen algún tipo de contacto con el agua para evitar la desecación de su delicada piel y realizar los desoves para su reproducción. También podemos encontrar los diferentes tipos de respiración que se dan en los anfibios, en donde las larvas y algunos adultos acuáticos realizan la respiración a través de las branquias, mientras que otras especies pueden realizar la respiración pulmonar y cutánea, sobre todo los que tienen hábitat terrestre.

Reproducción en el orden caudata

La reproducción de las especies de este orden se caracteriza por realizar elaborados procesos de cortejo, para posteriormente terminar en los procesos de fecundación que pueden ser tanto internas como externas, además una gran cantidad de estas especies son ovíparas colocando sus huevos en el agua, en donde emergerán las larvas para posteriormente sufrir la metamorfosis y convertirse en ejemplares adultos.

De igual manera, hay especies que son ovovivíparas e incluso se da el viviparismo, tal como ocurre en la especie S. s. bernardezi, la cual da a luz a pequeñas salamandras completamente metamorfoseadas.

Hábitat y distribución de los caudados

La distribución de las especies que conforman el orden caudata es bastante amplia, se pueden encontrar en el continente asiático, Eurasia y en el continente americano, mayormente en la zona de Norteamérica, por lo que se considera que su distribución es holártica, donde por lo general las temperaturas son bajas. También han sido encontrados caudados al norte de Suramérica, especialmente los representantes de la familia Plethodontidae.

Como ya se ha mencionado los anfibios necesitan humedad y cuerpos de agua que les permitan respirar y un sitio donde desovar, es por esto que estos animales se encuentran viviendo en ríos, lagos, charcos y pequeñas quebradas.

Existen especies que pueden vivir alejados del agua, pero en sitios con bastante humedad, para lograr mantenerse viven en las grietas de las rocas o debajo de ellas, pueden excavar e incluso subir en algunos arbustos. En relación a la distribución altitudinal que poseen los caudados, es bastante variable dependiendo de cada especie.

Origen de los caudados u urodelos

El origen de estos anfibios ha sido bastante estudiado, llegándose a la conclusión que los organismos del orden caudata tienen un origen monofilético, encontrándose registros fósiles desde el periodo Jurásico hace 152 millones de años. Se considera a los caudados un grupo hermano de los anuros, aunque en otros estudios presentaran semejanza con las cecilias, por lo que se han incluido tanto anuros como caudados en el clado Batrachia. Sin embargo, aún se siguen analizando datos para poder resolver las ubicaciones filogenéticas en las diferentes familias que conforman este orden.

Accede a nuestro atlas de anfibios caudados: Especies de salamandras y tritones

Referencias consultadas

  • Beukema, W.; Nicieza, A.; Lourenco, A.; Velo-Antón, G. (2016).
  • Larson, A.; Weisrock, D.; Kozak, H. (2003).
  • Montero, R.; Autino, A. (2004).
  • Parra-Olea, G.; Flores-Villela, O.; Mendoza-Almeralla, C. (2014).
  • Velo-Antón, G.; Buckley, D. (2015).
  • Vieites, D.; Zhang, P.; Wake, D. (2009).

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *