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Anfibios ovovivíparos, curiosidades en la reproducción

Anfibios ovovivíparos
Renee Grayson/CC BY 2.0

Los sistemas reproductivos en el mundo animal son variados, dependiendo en muchos casos a las adaptaciones que se han dado y que les resulte favorable para lograr colonizar nuevos espacios. Así mismo sucede en el grupo de los anfibios, en los cuales podemos encontrar en su gran mayoría especies con reproducción ovípara, otros han optado por la reproducción vivípara y también existen anfibios ovovivíparos el cual será nuestro tema de desarrollo.

Primeramente debemos recordar que los anfibios ovovivíparos son aquellos en el que su proceso reproductivo produce huevos, pero a diferencia de los ovíparos los cuales hacen su postura en agua o sitios húmedos, el desarrollo de los ovovivíparos ocurre en el interior de cuerpo, el cual abandonan justo después de la eclosión. En el caso de los anfibios ovovivíparos, se presentan situaciones realmente extraordinarias que realizan en pro de mantener los huevos y su progenie a salvo de las adversidades climáticas y de los depredadores.

¿Cuáles son los grupos de anfibios ovovivíparos?

Como ya se sabe, los anfibios se han clasificado en tres grupos que son los anuros, las salamandras y las especies ápodas que son las cecilias pertenecientes al grupo de los Gymnophiona. Tanto en anuros como en salamandras aún se habla de la existencia de especies ovovivíparas, pero en el caso de las cecilias hay controversia para utilizar los términos de vivíparos y ovovivíparos, ya que en este grupo existen especies que retienen sus huevos dentro del aparato reproductor, los cuales eclosionan dejando libres a las larvas. Estas larvas se pueden seguir alimentando a través de la madre de manera aplacentaria tras un proceso que puede ser lecitotrófico, nutriéndose de los restos del vitelo de sus huevos o matrotófico, en la cual la madre puede secretar sustancias con alto contenido de nutrientes, denominada comúnmente como leche uterina, alimentando a los pequeños hasta el momento de su expulsión.

Anteriormente estos procesos se consideraban unas formas de ovoviparidad, pero en la actualidad, algunos autores han reevaluado esta terminología y los mecanismos lecitotrófico y matrotófico son considerados como reproducción vivípara. Es de considerar que el estudio reproductivo de las cecilias es complicado ya que pasa la mayor parte de su tiempo bajo tierra pues poseen hábitos fosoriales.

Anuros con reproducción ovovivípara

Entre los anfibios ovovivíparos del orden Anura encontramos dos especies, las cuales poseen un sistema de cuidado de progenie poco habitual, pero a la vez efectivo dándole la oportunidad de desarrollarse en un ambiente libre de depredadores y protegido de los factores climáticos, las especies de anfibios ovovivíparos del orden Anura son las siguientes:

Pipa pipa o mejor conocida popularmente como sapo de Surinam, es una rana que en promedio mide 12 y 13 centímetros y tiene un peculiar modo de reproducción. Al igual que otros anfibios del orden Anura, presenta una fecundación externa, producida en el instante de salida de los huevos de la madre, mientras que el macho se sujeta a la espalda en lo que se conoce como abrazo nupcial.

A medida que van saliendo y fertilizando, los machos de esta especie van acomodando los huevos en la región dorsal del cuerpo de la hembra, es decir, en su espalda, esto lo hace con ayuda de sus patas traseras; una vez terminado el proceso los huevos comienzan a hundirse en la piel hasta ser cubiertos por esta. Pasado el proceso de incubación que consta de un periodo de 15 a 20 semanas, los huevos eclosionan y comienzan a salir las pequeñas ranas completamente formadas, como una réplica de sus padres pero en miniatura.

La segunda especie, aunque no se considera como anfibio ovovivíparo, es la ranita de Darwin (ver ficha técnica), esta ranita cuyo nombre científico es Rhinoderma darwinii, presenta una reproducción muy peculiar y vale la pena mencionar, los huevos que produce la hembra no se quedan junto a ella en el aparato reproductivo, sino que son puestos en el agua como si se tratase de cualquier especie ovípara. Al pasar unas semanas, cuando los huevos fecundados están más grandes y se observa movimiento por parte de los renacuajos son protegidos por el macho, esta protección consta de que este ingiere los huevos y los almacena interiormente, específicamente en su saco vocal, es allí donde terminan su desarrollo, y luego de estar completamente listas son expulsadas en forma de ranitas miniaturas como si se tratara de una especie ovovivípara.

Salamandras ovovivíparas

En el grupo de los caudados también existen anfibios ovovivíparos o mejor dicho una salamandra ovovivípara, esta salamandra lleva por nombre Salamandra salamandra (más información) o salamandra común. La reproducción de esta especie es considerada ovovivípara, en primer lugar la fertilización es interna y se produce cuando las hembras consideran que las condiciones están dadas para la reproducción, por lo que pueden guardar los espermatozoides de los machos en un órgano denominado espermateca. Una vez realizada la fecundación comienza a desarrollarse las larvas dentro del huevo y de la madre, larvas que posteriormente serán expulsadas al agua en donde completaran su transformación.

Gymnophiona, cecilias ovovivíparas

Como se mencionó anteriormente, varias especies de cecilias son consideradas ovovivíparas por algunos autores, en las que se produce una fecundación interna, los huevos se desarrollan dentro de la madre e incluso eclosionan, pero las larvas no salen de inmediato sino que se siguen alimentando de manera aplacentaria. Este proceso lo podemos observar en especies como Gymnopis multiplicata y Gymnopis syntrema.

Autores consultados

  • Alarcón, L. (2019).
  • Boza, E.; Solano, A.; Esquivel, E. (2008).
  • Espinoza, R. (2017).
  • González-Hernández, A.; Hernández-Ordoñez, O.; Cervantes-López, M.; Reynoso, V. (2014).
  • Núñez, H.; Garín, C. (2010).
  • Serrano, J. (2019).
  • Soto-Azat, C.; Valenzuela-Sánchez, A. (2012).
  • Velo-Antón, G.; Buckley, D. (2015).

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